Nairo Quintana: El tocado del triunfo

Perfil del hombre que cambió la historia del ciclismo de Colombia, al lograr el título del Giro de Italia 2014.

Es héroe, es ejemplo, es felicidad de propios y ajenos, es un hombre que poco a poco se vuelve mito en la historia del deporte colombiano, Nairo Quintana es la revolución no solo del ciclismo, sino de una forma de ser y de pensar, es el hombre levanta polvo en la montaña y sacude las mentes colombianas.

Nairo Quintana es un general que, a pesar de confesar una y otra vez su timidez, tiene un don de poder especial: nació para cambiar la forma de pensar de todos los que le rodean y le siguen detrás de su bicicleta.

El primer campeón colombiano del Giro de Italia lleva en sus piernas las armas con las que se gana la vida, pero en su cabeza dibuja la estrategia con la que quiere cambiar muchas cosas en Colombia. A fuerza gritó en los últimos días del Giro que ganó: “Yo vine a reconfirmar quién era Nairo Quintana para que la gente supiera que estoy preparado para pelear por ganar una vuelta de tres semanas. Antes era una incógnita y ahora soy una confirmación», una invitación al desafío a otros corredores, a toda la maquinaria europea y a toda la raza colombiana para acabar con la mentalidad sumisa que él detesta.

Humilde sí es y no cambia su hogar en Boyacá, su casa, sus costumbres por nada del mundo, como una vez confesó en la publicación Bocas: “Aquí, si tú sales a cualquier esquina, encuentras diez tiendas donde te venden frutas, bebidas, la pila para el radio, o lo que sea. Allá no (Europa). Allá tienes que irte en el carro o pedir un taxi que te lleve hasta el centro comercial. Esas colombianadas las extraño”.

Quintana odia que le digan pobre y se disgusta cuando publican que su familia se tuvo que sacar el pan de la boca por alimentarlo a él y a sus cuatro hermanos. Todavía debe pedalear muchos kilómetros para poder convencer a la prensa y otros extraños que la dignidad y humildad de la historia de su familia no pasó por la miseria.

En contraste, el boyacense es un bendecido por haber tenido siempre a sus padres en todo momento. Salir en su bicicleta rústica y pesada al colegio despidiéndose de ellos y volver en las tardes para saludarlos de nuevo, con la fortuna que muchas otras familias campesinas no contaron por culpa de la guerra.

Su fortaleza en la familia es un don que utiliza para sacar fuerzas y desde hace un año lo agrandó, cuando decidió unir su vida a Paola, con quien tuvo hace cuatro meses a Mariana. Quintana a sus 24 años ya dejó las locuras de cualquiera de su edad, para asentar su vida y que traducido en su comportamiento en las filas, no significa otra cosa que un jefe maduro, que tiene toda la capacidad de sacar a Movistar campeón en cualquier competencia.

En su vida deportiva, desde Vicente Belda, quien lo sacó a la luz profesional, pasando por Luis Fernando Saldarriaga en Colombia es Pasión y llegando a Eusebio Unzue, Quintana ha tenido verdaderos directores y técnicos que lo fueron moldeando para convertirlo en lo que es hoy.

Muchos aficionados esperaban que Nairo pudiera convertirse en el jefe de filas de su equipo en 2013, pero Unzue, con sus canas expertas sabía que el fruto no había madurado lo suficiente y debía ganar más experiencia, por eso Alejandro Valverde fue designado para liderar el equipo en el Tour en 2014, así Nairo sea el actual subcampeón.

Unzue sabía que debía esperar más, porque Nairo todavía debe graduarse y aprender a controlar su explosión, a ser un poco más metódico y dejarse ayudar de la tecnología de vez en cuando para controlar situaciones desventajosas como las contrarrelojes llanas.

Ante la pregunta de si el ciclista colombiano debe ser el líder de Movistar, Unzué piensa que “Nairo lo es ya, lo ha sido ya en varias carreras, simplemente que nosotros como filosofía de equipo nos gusta que los chavales aprendan el oficio a la sombra de los líderes de quienes les precedan. Ocurrió con ‘Perico’ Delgado, a la sombra de Arroyo, con Miguel Indurain a la sombra de ‘Perico’ y ahora con Nairo”.

Movistar hoy en día se da el lujo de portar a dos talentos del World Tour en sus filas y Unzue debe manejar estratégicamente sus calendarios para cosechar la mayor cantidad de títulos posible.

Otro frente donde el general Quintana pelea es en el núcleo del ciclismo en Colombia. Una y otra vez ha intentado rescatar el talento que fluye por genética en las montañas del país. Es una pelea como si fuese una contrarreloj llana y muy larga, él clama que se creen de verdad y no de fachada verdaderos clubes y escuelas de ciclismo para que los juveniles puedan encontrar la forma adecuada de dedicarse a esta disciplina.

Alguna vez, con el General Rodolfo Palomino, su amigo del camino, intentó tener un equipo en la Policía, pero los políticos le ganaron la carrera y desbarataron su idea.

Nairo pedalea casi que sin escuderos para lograr cambiar la mentalidad de quienes tienen el poder en el país y lograr corregir un eterno error que tiene huérfanos a los talentos locales. Pero no se cansa y aprovecha las visitas protocolarias a cuanta sede de gobierno es llevado para exigir el cambio.

Ese es Nairo Quintana, el campeón del Giro de Italia, el hombre que entre más difícil ve la montaña, más grande dibuja su sonrisa en el rostro. En una montaña en Arcabuco, con una cicla de más de 12 kilos, desde sus 15 años inconscientemente entrenó sus piernas para forjar al general que hoy pide batallas de tres semanas de duración.

Algún día dijeron que Nairo era un milagro por haber sobrevivido a la enfermedad del tocado del difunto, pero se equivocaron, así como se equivocaron quienes pensaban que una gripa iba a sacarlo del Giro que conquistó. Desde siempre ha tenido que demostrarle al mundo que nació para ser un tocado del triunfo.

Alejandro Garzón Rivera | Junio 1 de 2014

Enlace Original: http://www.caracol.com.co/noticias/deportes/nairo-quintana-el-tocado-del-triunfo/20140601/nota/2252746.aspx

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